Sombras y reflejos

Con frecuencia, para apreciar lo positivo necesitamos ver lo negativo. De la misma manera que la luz no se vería si no observáramos su sombra. Por lo tanto, si decimos que la fotografía se compone de luz, la sombra debe ocupar un lugar protagonista en nuestras imágenes. Tanto que, para estudiar la luz debemos observar las sombras.

Aunque hoy no hablaremos de iluminación. Seguimos hablando de composición y por ello, de la ventaja de utilizar lass sombras como elemento principal de la composición. Es decir, como recurso compositivo. Cuando sólo miramos –y fotografiamos– lo evidente, obtenemos fotos obvias. Lograr imágenes diferentes e impactantes implica mirar más allá del objeto que queremos retratar. Las sombras nos van a ayudar a ello.

Aparecen con luz dura y proyectan el objeto al que representan sobre una superficie. Esto permite que, aunque no veamos dicho objeto, podamos intuir su presencia. De este modo, transmiten más información que el propio objeto pues sirven para enseñar dos realidades paralelas: la que se ve y la que se intuye a través de la sombra.

Una sombra permite intuir o sugerir en vez de mostrar, lo que resulta menos obvio y, por tanto, y más interesante que la fotografía del objeto propiamente dicho.

Al utilizarla en nuestras composiciones tomaremos la decisión de incluir el sujeto que la produce u omitirlo. De este modo podemos generar más intriga en el espectador.

También podemos jugar con los dibujos que generan las sombras para crear composiciones en las que las formas adquieren protagonismo.

Reflejos

Con los reflejos sucede algo parecido. Pero hay que tener más cuidado porque mientras las sombras ofrecen atractivas formas geométricas, los reflejos pueden difuminar la forma principal si la superficie sobre la que se reflejan se mueve o no es lisa. Por eso, mientras para las sombras nos fijamos más en las formas que producen, para los reflejos conviene dar más importancia a los colores.

Los reflejos muestran, igual que las sombras, distintas realidades en un mismo plano. También permiten mirar desde un punto de vista alternativo y desvelan, a veces, realidades poliédricas o cubistas.