Fotografía móvil. III

Fotografía móvil. III
3 de noviembre de 2022 Comentarios desactivados en Fotografía móvil. III Escuela on line escribeafer
Mejillones

Llevamos dos capítulos hablando de fotografía móvil, pero todavía tenemos algunos consejos que decirte para que las fotografías que tomes con el teléfono móvil sean tan buenas como las que tomas con la cámara «grande».

Encuadre

Con una cámara que es capaz de controlar todos los parámetros de manera inteligente y bastante acertada, sólo nos queda como recurso creativo la composición.

A veces, con la fotografía móvil, se nos olvida todo lo aprendido sobre lenguaje fotográfico. Somos capaces de realizar unas tomas fabulosas con el equipo profesional, pero al fotografiar con el teléfono nos comportamos como aprendices.

Acostumbrado a los botones de una cámara réflex o sin espejo, la simpleza del teléfono puede extrañarte al principio y quizá eches de menos algunos controles.

A veces salimos a pasear, olvidamos la cámara y vemos la foto… ¡saca el móvil! ©FG

En vez de lamentar su ausencia, aprovecha la simplicidad de los automatismos para ganar en inmediatez. Esto puede parecer un inconveniente, pero utilízalo como ventaja: simplifica el acto fotográfico y experimenta preocupándote sólo de la composición, el momento o el lugar en el que tomar la foto.

En realidad, con cámaras limitadas debemos acudir más a la imaginación y a las técnicas de composición aprendidas: a falta de otros controles, el encuadre se convierte en nuestro principal recurso.

Recuerda

Por eso, cuando realices fotografía móvil recuerda las principales normas de composición:

  • Busca un punto de interés principal.
  • Procura situarlo en los puntos de mayor impacto visual.
  • Cambia el punto de vista para lograr imágenes más interesantes.

Plantéate la situación como si fueras a tomar la mejor foto de tu vida con la mejor cámara del mercado: piensa qué quieres contar y conseguir.

Buscar un punto de interés principal y cuidar el encuadre, principales herramientas al fotografiar con el móvil. ©FG

Aprovecha, además, el pequeño tamaño del teléfono. Supone una importante ventaja frente a la cámara grande ya que permite mayor movilidad y anonimato. Puedes manipularlo con una sola mano –aunque, si puedes, mejor con las dos para ganar estabilidad–. También esto resulta posible con cámaras compactas, pero si te paras en medio de la calle a mirar tu teléfono móvil, nadie se fijará en ti.

Acceso rápido

Muchos teléfonos permiten accionar la cámara desde los botones externos. Comprueba cómo funciona en el tuyo. Si no tienes esta posibilidad, incluye en el escritorio del teléfono un acceso directo. Así tendrás la cámara siempre a punto para capturar instantáneas. Si escondes la cámara entre otras aplicaciones pierdes la inmediatez, una de las principales bazas de la cámara del teléfono.

Un acceso rápido a la cámara nos garantiza no perder la instantánea. ©FG

Dispara

Llegado el momento decisivo, sujeta el teléfono firmemente y con ambas manos; permanece lo más quieto posible y presiona el disparador. Has de tener cuidado porque la presión que se ejerce sobre el botón puede mover el teléfono y provocar una imagen trepidada.

Espera unos segundos más incluso después de disparar porque este tipo de cámaras toman las fotografías con algo de retraso. El sonido que emiten muchos modelos imitando el ruido del obturador no se produce en el instante de la toma real sino algo antes o después y conduce a error. Esto provoca que dejemos de sujetar firmemente la cámara cuando aún no se ha realizado la fotografía. Por eso, si el teléfono lo permite, desactiva ese sonido.

Activar el disparo por voz nos permite realizar autorretratos más interesantes que los clásicos selfies en los que aparecemos con los brazos deformados. ©FG

Asegúrate de que la imagen esté bien enfocada y expuesta, pues dado al pequeño rango dinámico que suelen tener estas cámaras y la definición de las imágenes que se consigue, un pequeño fallo puede llevar a perder la imagen completamente.

Algunos teléfonos permiten accionar el disparador mediante la voz. Esta opción resulta especialmente útil si estás realizando un encuadre complicado y pulsar el disparador podría significar desestabilizar la cámara. Experiméntalo.

En muchos casos también se pueden utilizar los botones de volumen de los auriculares como disparador a distancia. Comprueba si tu modelo lo permite. De ser así, dispones de una alternativa muy interesante para poder tomar las fotos sin que el teléfono se mueva. Esto te puede servir tanto para autorretratos alejando la cámara como para tomas en las que necesites estabilidad.

Tampoco hay que descartar la opción de incorporar un pequeño trípode a nuestro bolsillo. Cierto que perdemos algo de la inmediatez propia del teléfono, pero nos puede salvar de algún apuro. Hay muchas opciones en el mercado que ocupan poco y resuelven mucho.

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