El no color: negro, gris, blanco

Aunque tomemos nuestra fotografía en color, podemos elegir elementos que carezcan de él. Es decir, realizar fotografías de objetos blancos, negros o grises.

Negro

El negro viene definido por la ausencia de luz y color. Casi todos los colores al quitarles brillo, tono o saturación se acercan al negro. Las superficies negras son las que absorben todas las longitudes de onda de la luz solar, por lo que no reflejan ninguna radiación visible.

Confiere nobleza y elegancia. Se utiliza para representar seducción, misterio, silencio, noche, pero también el mal, lo clandestino o ilegal, tristeza, melancolía, infelicidad y desventura, enfado e irritabilidad. En nuestra cultura es también el color de la muerte y del luto.

No posee degradados propios, al ser un color puro –o un no-color–, y en cuanto modificamos su saturación obtenemos grises.

Gris

El gris es un color neutro y pasivo que aporta poco a la información visual. Sugiere seriedad, madurez, neutralidad, equilibrio, indecisión, ausencia de energía, duda y melancolía. Se usa para expresar las cosas o personas carentes de atractivo o singularidad.

Puede resultar monótono usado en exceso. Los grises medio-claros tienen poca atracción visual, siendo idóneos para fondos o elementos de relleno que no aporten información al espectador.

Blanco

Si aumentamos la luminosidad del gris obtenemos el blanco; la luz pura, la unión de los tres colores primarios aditivos: rojo, verde y azul.

El blanco representa pureza, inocencia, limpieza, ligereza, juventud, suavidad, paz, felicidad.

Se trata de un color latente que potencia los colores próximos, creando una impresión luminosa de vacío positivo y de infinito.

Los espacios en blanco son tan importantes como los de color pues refuerzan a éstos.