Una cámara para aprender

Una cámara para aprender
20 de septiembre de 2023 Comentarios desactivados en Una cámara para aprender Equipos fotográficos escribeafer

Con frecuencia recibo la misma pregunta: «Me gusta la fotografía y quiero una cámara para aprender. ¿Qué cámara me compro?». En realidad, la respuesta puede ser muy sencilla: para aprender te vale cualquier cámara que tenga controles manuales. Luego, cuando notes que se te ha quedado pequeña y sepas mejor lo que necesitas, elige la que mejor se adapte a tus necesidades.

Sin embargo, me consta que muchas veces esta respuesta no te sirve y buscas respuestas más concretas. En este artículo vamos a intentar ayudarte. Pero si crees que al finalizar vamos a decirte: «compra ésta cámara», puedes dejar de leer. Porque te daremos pistas para que tú elijas, pero evitaremos pronunciarnos por una marca o modelo concretos.

En un post anterior ya explicamos los diferentes tipos de cámaras que exiten y te recomendamos que acudas a ese artículo si tienes alguna duda al respecto. También puede servirte, al menos como referencia, un repaso que hicimos en 2020 de las cámaras fotográficas por debajo de 850€. Obviamente ese artículo está desfasado, pero puede orientarte.

Presupuesto

Antes de comprar una cámara –o una cafetera– hay que fijarse un presupuesto. «Lo menos posible» se responder habitualmente. Cuando buscamos una cámara para aprender no tenemos ni idea de las posibilidades, ni el precio que tienen, ni si merece la pena gastar mucho o poco. Sin embargo, sin saber cuánto podemos gastarnos resulta muy difícil poder elegir.

©Adobe Stock

Se pueden encontrar cámaras nuevas que no llegan a 400 € –algo más si se incluye el necesario objetivo– y modelos que llegan a los 10.000 €. Entre medias una amplia oferta que dificulta la elección.

Mucho más si tenemos en cuenta el mercado de segunda mano. Entre quienes deciden mejorar su equipo y quienes se dan cuenta de que la fotografía no es su afición favorita, hay una amplia oferta de cámaras que conviene valorar.

Un modelo antiguo puede no servir a quien dedica muchas horas a tomar fotos, pero puede resultar perfectamente válido para alguien que empieza.

Marcas y modelos

Cuando se habla de fotografía enseguida acuden a la mente dos marcas: Canon y Nikon. Es posible que hasta hace poco hubiera que decidirse entre los rojos o los amarillos. Pero, sobre todo desde la proliferación de cámaras sin espejo, hay muchos más jugadores sobre el terreno y no hay que descartar ninguno: Sony, OM System (Antes conocida como Olympus), Fujifilm, Panasonic-Lumix, Pentax, o Leica, por citar las más importantes.

Para empezar a navegar en el maremagnum de modelos que todas estas marcas ofrecen, has de saber que casi todas ellas ofrecen, al menos, tres gamas de producto: iniciación, avanzado y profesional. O, por citar su terminología: aficionado, entusiasta y profesional. Algunas marcas subdividen estas tres categorías ofreciendo modelos intermedios u ofrecen cámaras con peculiaridades que las sitúan en escalas paralelas.

Cada marca tiene su propia terminología que diferencia cada uno de estos segmentos. Tomemos como ejemplo Canon. Cuanto más baja es la gama, más cifras tiene su denominación. Así, la EOS 2000 se encuentra en el nivel de acceso mientras que la EOS 1 sería el tope de gama –si hablamos de cámaras réflex–.

©Canon

Como estamos hablando de elegir una cámara para aprender, lo lógico sería decidirse por un modelo de aficionado. Es decir, decidiríamos entre la gama más baja de cada marca. Aunque no resulta tan fácil como parece.

¿Invertir un poquito más?

Muchas veces surge la duda… el primer modelo que hemos mirado y «por un poquito más…» tenemos uno que además incorpora… Lamentablemente, en este caso no podemos dar una respuesta genérica. O sí: depende. No hay normas generales. Hay veces que sí que merece la pena subir un poco el presupuesto porque el escalón siguiente incluye mejoras significativas. Otras veces no son tan importantes. Y otras muchas… ya hemos tenido que hacer un gran esfuerzo para llegar al presupuesto base.

Por eso, la respuesta a esta pregunta sólo la tienes tú en función de tu presupuesto y los dos modelos entre los que dudes.

© Nikon

Actualizaciones

Cada dos años, aproximadamente, la mayoría de las marcas renuevan sus modelos. En este caso puede suceder que le añadan el apellido Mark II –o III, o IV– o que cambien el primer dígito del nombre. Por seguir con el caso anterior, la EOS 2000 es más o menos el mismo modelo que la EOS 1000, pero actualizado. Y la EOS 850 sería la actualización de EOS 700. (Más o menos y con muchísimos matices comerciales).

Puesto que la tecnología queda obsoleta al día siguiente de aparecer cabría pensar que interesa siempre comprar la versión más reciente del modelo que hayamos elegido. Sin embargo, aquí comienzan –o continúan– las dudas.

©Sony

Muchas veces, las novedades incluidas en la nueva versión resultan insignificantes. O, al menos, desdeñables para el uso que haremos nosotros de la cámara. En ese caso, puede interesar adquirir el modelo anterior que, con frecuencia, baja su precio considerablemente al aparecer su sucesor.

Para averiguar si merece la pena o no debemos leer las especificaciones que ofrece el fabricante en su página Web y comparar ambos modelos. En cualquier caso, mi recomendación es que, en general, no optes nunca por más de dos modelos anteriores, pues en cinco años los avances suelen ser importantes.

Hay muchas excepciones, por supuesto. A lo largo de la historia han aparecido cámaras que han marcado hitos importantes y que aguantan bastante bien el paso del tiempo.

Sistema

Desde hace un par de años, aproximadamente, ya nadie duda de que el presente –y el futuro inmediato, por tanto– es de las cámaras sin espejo. Sin embargo, cuando hablamos de adquirir una cámara para aprender, quizá no esté tan claro que debamos optar por este sistema.

©Olympus

La razón, por supuesto, el precio. Precisamente porque están proliferando las cámaras sin espejo, las cámaras réflex están bajando sus precios. Tanto nuevas como usadas. Por eso suponen una interesantísima opción para alguien que busca su primera cámara. Tienen todo lo que necesitas.

Sin embargo, si estás pensando rentabilizar un poco más tu inversión y quieres que la cámara te dure algo más de tiempo, quizá debas ampliar tu presupuesto y entrar directamente en el sistema sin espejo.

¿Compactas?

Aunque, sin duda, recomendamos la adquisición de una cámara de objetivos intercambiables, las compactas pueden suponer una opción a tener en cuenta. Pero no cualquier compacta. Ha de ser una cámara con controles manuales: Debes poder elegir de manera manual diafragma, tiempo de exposición e ISO. Y, por supuesto, también debes poder elegir el enfoque. Mira que también tenga posibilidad de guardar los archivos en formato RAW –aunque ahora no sepas lo que es–.

©Ricoh

Muchas personas comienzan por las cámaras Bridge por su relación prestaciones/precio. Si ya tienes una, perfecto; como decimos, cualquier cámara sirve para empezar. Sin embargo, si estás pensando comprar, creemos que hay mejores opciones.

Tamaño del sensor

A pesar del «burro grande, ande o no ande», desde mi punto de vista el refrán no debe aplicarse en las cámaras. Personalmente, prefiero equipos pequeños. Son más fáciles de transportar y pesan menos. Se trata de pasar el mayor tiempo posible con nuestra cámara y si es grande y pesada, muchas veces nos dará pereza cogerla.

Y esto tiene que ver, entre otras cosas, con el sensor. Si existe una leyenda urbana de que los sensores denominados full frame –más correcto llamarlo 35mm– son mejores, esta afirmación tiene tantos matices que la hace falsa. La realidad es que cada tamaño de sensor tiene sus ventajas e inconvenientes y no me atrevería a afirmar de manera tajante que un tamaño determinado es el mejor.

Sensor APS-C de una Sony a6500. © FG

En todo caso, se podría decir que tal tamaño de sensor es el mejor para… Y en ese sentido, sí me atrevería a afirmar que un sensor de 35mm no es el mejor para empezar. Entre otros motivos porque un sensor de esas características obliga a objetivos más voluminosos, pesados y caros. Factores que no suelen interesar cuando nos estamos iniciando.

Posiblemente los sensores APS-C resulten los más equilibrados, pero no hay que descartar de ningún modo los sensores micro cuatro tercios que, siguiendo con refranes, las matan callando.

Kits

Tienes que saber que la calidad de la imagen final viene determinada en buena parte por el objetivo. De hecho, los buenos objetivos con frecuencia cuestan más que la propia cámara. Sin embargo, cuando hablamos de comprar una cámara para aprender y el presupuesto forma parte importante de la decisión, los kits suelen resultar la mejor opción.

Los objetivos de kit ofrecen un rango focal equivalente de 24 a 70mm, aproximadamente. Con esto se cubren la mayoría de situaciones más habituales porque incluye desde un gran angular hasta un tele corto. Cierto que no ofrecen la mejor luminosidad ni, probablemente, la mejor calidad. Pero ya tendrás tiempo de ampliar cuando dejes de estar satisfecho con los resultados. Insistimos en que estamos buscando una «cámara para aprender».

Está muy bien esta «carta a los Reyes Magos», pero en realidad no necesitamos este equipo para aprender… ©FG

Muchas personas que comienzan a tomar fotos piensan que las suyas no son suficientemente buenas porque no tienen un equipo de alta calidad. Casi todas creen que un teleobjetivo solucionará muchos de sus problemas. En realidad, salvo que te dediques a una disciplina específica que requiera capturar sujetos lejanos –deporte o naturaleza salvaje–, la gran mayoría de situaciones pueden capturarse con los objetivos de kit.

En realidad hace falta adaptar la visión fotográfica a la óptica que estamos utilizando y utilizar las piernas para acercarse todo lo posible al sujeto a fotografiar. Pero eso es algo que aprenderás con la experiencia y la práctica.

Entonces… ¿Cuál es la mejor cámara para aprender?

Ya te anticipamos al principio que aquí no encontrarías una respuesta del tipo «Cómprate la Cakon F35D Mark II«. Para eso hay otro tipo de artículos (que quizá escribiremos próximamente… o no). Aquí pretendíamos ofrecerte una serie de consejos genéricos que te pueden servir aunque aparezcan nuevos modelos en el mercado que desactualicen otros contenidos más concretos.

Mi gata Ita ya eligió su cámara… ahora te toca a ti. ©FG

En cualquier caso, siempre pensamos que una cámara debe ser como unos pantalones: tienes que estar a gusto con ella. Por eso creemos que debes ir a una tienda física, verlas, cogerlas… sentirlas… muchas veces la respuesta no está en la ficha técnica, sino en el amor a primera vista.

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