¿Horizontal o vertical?

La tendencia natural nos lleva a tomar fotos horizontales porque la visión humana es horizontal y el diseño de la mayoría de las cámaras facilita esta orientación. Además, el formato más común –2;3, como vimos en la anterior entrega– resulta funciona mejor en apaisado porque en vertical parece demasiado alargado.

Las impresiones, los libros, las revistas, sin embargo, se prestan a formatos verticales que, precisamente por alterar esta manera natural de mirar, producen imágenes con un impacto diferente que puede favorecer el resultado.

En función de la sensación que se quiera transmitir será más recomendable elegir horizontal o vertical. La disposición horizontal, por responder a la forma en la que vemos la realidad, proporciona una sensación de calma y tranquilidad. Por su parte, la distribución vertical, por alterar esta disposición natural genera en quien ve la imagen mayor tensión.

La forma del sujeto a fotografiar también debe valorarse antes de tomar una decisión. En las fotos que acompañan este texto se aprecia la diferencia entre una orientación u otra. Aparentemente la vertical resulta más apropiada para esta escena porque se adapta mejor a la forma del sujeto y llena por completo el marco, sin embargo la horizontal aporta contexto.

Tampoco conviene olvidar el uso al que será destinada. Hoy en día, la mayoría de las fotografías se ven en pantallas, bien de ordenador, bien de un televisor, ambas horizontales. Una fotografía vertical se ve más pequeña en una pantalla de ordenador o TV y se mostrará con bandas grises en los extremos. Sin embargo, para imprimir un póster o la portada de una revista, funcionará mejor.

En resumen, no elijas una orientación por costumbre o desidia. Piensa bien qué quieres conseguir y dónde se usará esa fotografía y gira la cámara si crees que hace falta. Ah, y si grabas vídeo, siempre ¡en horizontal!