Fotografiar fuegos artificiales

Fotografiar fuegos artificiales
16 de febrero de 2023 Comentarios desactivados en Fotografiar fuegos artificiales Escuela on line, Iluminación escribeafer

Si en el capítulo anterior te dábamos algunos consejos para fotografiar cuando la luz natural pierde intensidad, hoy vamos a contarte algunos trucos para fotografiar fuegos artificiales y tormentas. Hemos decidido agrupar bajo el mismo epígrafe estos dos motivos porque la técnica para captar ambos difere muy poco. Al fin y al cabo, se trata de destellos que se producen de manera, más o menos aleatoria en el cielo.

Se trata de temas muy agradecidos por dos razones: lo inusual de su observación y lo vistoso de sus colores. Conseguir buenos rayos tiene parte de suerte, no tanto los artificios, que se capturan con facilidad.

Incluir espectadores en la toma también suele dar buenos resultados. ©FG

Preparativos

El uso del trípode y el disparador remoto pueden no resultar imprescindibles, pero te van a ayudar bastante para conseguir imágenes de mayor calidad.

Lo primero de todo, busca un buen sitio donde poder hacer las fotos. En algunas ocasiones, los espacios para ver los fuegos artificiales son reducidos, lo que hace que la gente esté un poco apretada. Además, hay una tendencia generalizada a estar demasiado cerca de la zona de lanzamiento de los fuegos. Esto resulta peligroso para el equipo y no es la mejor opción para captar las imágenes.

Resulta preferible elegir un sitio algo más alejado donde trabajar de forma cómoda y apartado de las aglomeraciones y así conseguir una visión general de la zona, con los fuegos artificiales o los truenos como un punto de interés dentro de la foto, pero no aislados. Si sólo captamos el destello, la fotografía puede pecar de sosa.

Si no incluimos ningún elemento que contextualice los rayos o los fuegos artificiales, la foto puede quedar muy sosa. ©FG

Encuadre

Una buena práctica consiste en fijar un encuadre con el trípode y respetarlo, haciendo cuantas fotos quieras sin mover la cámara. Si optas por esta opción, puedes buscar referencias en el cielo para recordar el encuadre de modo que se pueda disparar sin necesidad de estar mirando continuamente por el visor y así evitar mover la cámara por un descuido, perdiendo el encuadre o cualquier parámetro de configuración.

Conviene incluir algún elemento que acompañe a los fuegos –o los rayos– y los sitúe en un lugar o momento concretos. ©FG

No hay una distancia focal especial para captar los fuegos. El gusto influye mucho, sin embargo las focales cortas permiten realizar un mejor encuadre y mayor margen de maniobra a la hora de recoger dentro de la foto los fuegos. Ten en cuenta que muchas veces no sabemos por dónde van a aparecer debido a que unos cohetes pueden volar más alto que otros o la expansión del fuego puede ser mayor o menor y esto puede provocar que con focales largas tengamos problemas de encuadre. Esta incertidumbre resulta mayor cuando se trata de rayos, pues pueden aparecer en cualquier parte del cielo.

Parámetros

Puesto que estamos utilizando trípode, no necesitamos aumentar la sensibilidad y los resultados serán mejores si situamos el ISO a 100.

Ten en cuenta que el enfoque automático no funcionará correctamente debido a la escasez de luz y a que apuntamos al cielo por lo que resultará necesario el enfoque manual a infinito o, mejor aún, como en el caso de la fotografía nocturna, al punto hiperfocal.

Las exposiciones largas pueden servir para captar el recorrido de varios cohetes. ©FG

Aunque puedes utilizar cualquier diafragma, recomendamos, como siempre, uno intermedio para evitar viñeteo y difracción, al tiempo de ganar en profundidad de campo. Es decir, f/8 o f/11.

Sólo nos queda la variable del tiempo de exposición. Éste dependerá de varios factores. Tanto un fuego artificial como un rayo explotan en el aire, es decir, se comportan como el destello de un flash, por lo que su propio destello hará que aparezcan estables aunque utilicemos una exposición prolongada.

En el caso de los fuegos, una larga exposición permitirá que captemos el recorrido del cohete mientras sube, incluso que registremos varios en la misma imagen. Fenómeno que también puede suceder cazando rayos.

Experimentar con exposiciones largas y movimientos aleatorios de cámara o de zum puede ofrece resultados inesperados que pueden resultar interesantes. ©FG

A disparar

De hecho, la técnica más sencilla de conseguir un rayo consiste en dejar el obturador abierto tanto tiempo como nos permita la contaminación lumínica y esperar a que destelle en ese tiempo. Si no se logra, se vuelve a abrir el obturador y así sucesivamente hasta que consigamos capturar el rayo.

Es decir, el tiempo máximo de exposición estará determinado por la contaminación lumínica del lugar donde estemos tomando la foto. Una vez averiguado este valor, también podemos configurar un intervalómetro con ese tiempo para que la cámara dispare sola hasta que caiga el rayo delante de nuestro objetivo.

En ambos casos te recomendamos que calcules la exposición a la luz, ya que en caso contrario los destellos quemarían la imagen y le restarían belleza, pues tanto fuegos como rayos provocan contrastes muy elevados entre el cielo y la luz que emiten.

Si queremos destacar un elemento en primer plano, siempre podemos combinar la luz de los fuegos con un destello de flash. ©FG
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