Sensibilidad ISO

Sensibilidad ISO
18 de marzo de 2021 Comentarios desactivados en Sensibilidad ISO Escuela on line escribeafer

En la fotografía analógica se utilizan películas de diferentes características según las condiciones de luz. Tanto por la fuente de luz –hablaremos más adelante del ajuste de blancos– como por la intensidad lumínica. La película más habitual tiene una sensibilidad ISO de 100 ASA –American Standards Association– y está ajustada para luz día. No obstante, se pueden encontrar en el mercado películas de diferentes sensibilidades que se consiguen variando el tamaño de los granos de plata sobre la película. Por ese motivo, cuando se usan películas de alta sensibilidad, resulta frecuente encontrar el grano en las copias de papel.

En la fotografía digital, la sensibilidad se mide de acuerdo al estándar ISO, según el cual, a mayor número, mayor sensibilidad y, por tanto, mayor capacidad para captar luz escasa.

Ampliación de un negativo positivado en la que se aprecia el grano de la película fotográfica. ©FG.

Esto se logra amplificando la señal eléctrica de las señales lumínicas que recibe el sensor. La gama de sensibilidad ISO de los sensores actuales llega a límites insospechados hasta hace poco. El valor sigue aumentando –en el momento de escribir este texto existen cámaras en el mercado que alcanzan una sensibilidad ISO de 409.600–.

Las cámaras digitales disponen de un control para poder elegir el grado de sensibilidad ISO adecuado a la luz disponible. Junto con el diafragma y el tiempo de exposición cierra el denominado triángulo de la exposición que determina la cantidad de luz que llega al sensor –o película fotográfica–.

Recorte al 100 % de visualización de una imagen tomada a ISO 409.600 con una Sony A7 II S. © FG

Qué sensibilidad ISO utilizar

Subiremos la sensibilidad ISO cuando la luz ambiente resulte escasa para los valores de diafragma y tiempo de exposición deseados. Hay que tener en cuenta que no todo son ventajas al aumentar la sensibilidad. Igual que sucede con el grano de la película, al aumentar el ISO perdemos definición, aumenta el ruido –puntos de colores que aparecen sobre todo en las zonas oscuras– y se deterioran los colores. Por ello, para obtener fotografías de máxima calidad siempre es recomendable utilizar la menor sensibilidad ISO posible.

Bodegón captado con una Fujifilm X-T4. Con un cuadrado rojo se han marcado las zonas que se verán ampliadas en la foto inferior para comparar el rendimiento a diferentes valores de ISO. ©FG
En este cuadro comparativo puede apreciarse de qué manera influye el ISO sobre la definición y el color de la imagen. ©FG

El valor máximo que utilizar queda a criterio personal del fotógrafo en función de varios factores:

  • La cámara que esté utilizando. Las primeras cámaras digitales toleraban muy poco el aumento de la sensibilidad, pero las modernas gestionan muy bien el ruido. La densidad de píxel –relación entre el tamaño del sensor y resolución– también influye: a menor densidad, menor ruido.
  • El uso al que vaya destinado la fotografía. Una fotografía para recuerdo familiar puede tolerar más ruido que si se usara en la portada de una revista impresa.
  • La «exclusividad» de la fotografía. Si estoy fotografiando un suceso único que no volverá a repetirse admitiré menos calidad técnica que una fotografía cotidiana que se puede repetir en otro momento con mejor luz.
  • El grado de exigencia del autor: lo que es bueno para mí, no tiene por qué serlo para ti.

Sin olvidar los factores mencionados, por regla general se suele cumplir la norma que dice que el valor máximo de sensibilidad ISO tolerable se encuentra en la mitad del máximo admitido por la cámara. Es decir, si mi cámara alcanza un ISO 25.600, hasta 12.800 lograré fotografías de calidad aceptable.

ISO automático

Casi todas las cámaras disponen de un modo de ISO automático. En este caso, la cámara elige el que considera el valor de sensibilidad más adecuado. Algunos modelos permiten configurar este automatismo eligiendo el valor máximo de ISO a aplicar y a partir de qué tiempo de exposición preferimos aumentar la sensibilidad. Si configuramos adecuadamente estos parámetros, puede resultar práctico. En caso contrario, recomendamos elegir de manera manual siempre la sensibilidad ISO más baja posible.

Bodegoón montado para realizar el test de ISO y rango dinámico de la Canon EOS R6

ISO extendido

Muchas cámaras diferencian entre lo que se denomina ISO nativo e ISO extendido. La diferencia estriba en que el segundo no afecta a los datos de la toma. El ajuste de sensibilidad se realiza a través de firmware. Aunque afectará a la calidad de la imagen de la misma manera que si sobrexpusiéramos o subexpusiéramos, puede resultar muy útil para conseguir determinados tiempos o diafragmas.

Por ejemplo, una toma realizada a sensibilidad ISO de 50 no presentará menor ruido que una tomada a ISO 100, pero me permitirá aumentar el tiempo de exposición o abrir el diafragma un paso.

Algunas cámaras no permiten guardar archivos RAW cuando se utiliza el ISO extendido.

Reducción de ruido

Todas las cámaras cuentan con la opción de reducir el ruido eléctrico generado al ampliar la sensibilidad ISO. Esta reducción se aplica exclusivamente al archivo JPEG creado por la cámara. Según el modelo, podremos elegir el grado de reducción deseado o, simplemente, activarlo o desactivarlo. Hemos podido comprobar que algunas cámaras realizan un, a nuestro gusto, excesivo sobre procesado, produciendo el denominado «efecto acuarela». Por ello, recomendamos comprobar los resultados visualizando el archivo al 100 % en una pantalla de ordenador.

El archivo RAW se podrá corregir con el programa correspondiente durante el revelado posterior durante la post producción según el criterio de cada persona.

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